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sábado, 24 de diciembre de 2011

Paris y la manzana de la discordia.

Un día se celebró en el Olimpo una fiesta a la que fueron invitados todos los dioses salvo Eris, la diosa de la discordia. Pero a Eris le llegó a los oídos la celebración y fue de todos modos. Irrumpió en mitad del banquete y lanzó sobre una alfombra una manzana de oro con una inscripción: A la más bella
Evidentemente, Afrodita se levantó para recoger lo que le pertenecía. Sin embargo, otras dos diosas diosas la detuvieron, afirmando que la manzana les correspondía por derecho: Hera y Atenea. Esa manzana se convirtió en la manzana de la discordia, y las tres bellezas preguntaron a Zeus que él mismo dictaminara quien era la más bella. Zeus, que conocía los celos de su esposa, el carácter arisco de Atenea y temía que Afrodita le privara de amor, mandó a las tres diosas bajar a la Tierra, donde  un príncipe llamado Paris decidiría quien era la más bella.
Paris se quedó mudo al ver aparecer a las tres diosas más bellas del Olimpo. Éstas le formularon su duda, pero Paris estaba indeciso. 
Entonces Hera dijo:
-Si me eliges a mi, te convertiré en rey del imperio más extenso que la Tierra haya conocido. 
Paris iba a entregarle la manzana cuando Atenea subió la oferta:
-Si me eliges a mi, haré de ti un héroe invencible que conseguirá para su pueblo una victoria tras otra.
Paris ya estaba totalmente seguro de su decisión cuando la dulce voz de Afrodita le susurró:
-Si me eliges a mi, haré que se enamore locamente de ti la mujer mortal más hermosa del mundo. Una mujer cuya belleza sea similar a la mía. 
Y, desanudando su túnica, se mostró ante Paris en su más turbadora desnudez. 
Subyugado por el cuerpo sin defectos de Afrodita, Paris cogió la manzana y se la tendió. 
Hera y Atenea se vengaron terriblemente de él. La hermosa mortal de la que se enamoró no fue otra que Helena, la esposa del rey de Esparta, Menelao. Cuando Paris, ayudado por Afrodita, se la arrebató, Menelao entró en cólera. Las dos diosas rechazadas se aliaron con los griegos, y este fue el inicio de la larga, asoladora y fratricida "Guerra de Troya".

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